30 noviembre 2010

Gomitas en el escritorio



Hoy recorde una margarita, hoy recorde que lo quiero y que nunca he podido decirlo cuando está a mi lado. Volví a encontrarlo en ese lugar distante y agradecí las palabras.



Durante algunos días pensé que había cometido un error, que había derramado el té sobre el mantel y que por la fuerza de los últimos acontecimientos lo mejor sería no acercarme en un tiempo a este "mini" espacio virtual. Sin embargo, las casualidades tocan a la puerta y me avisan que debo seguir. Aún así quiero disculparme -anticipadamente- por si llego a caer en el lastimero tono del diario íntimo, en el incómodo lugar de las confesiones o en el poco justificable estílo "yoista" que todos saben, me incomoda.

Esta entrada no será más que un agradecimiento por las palabras, las sonrisas y las flores. Es un atento beso a todos mis amigos que cabalísticamente llevan un mismo nombre y que me han regalado años maravillosos. A quien me enseñó cómo se escribe una carta a los reyes y a quien comparte conmigo sonidos y lecturas. Un abrazo a la mascota y a su dueño. Y finalmente un homenaje póstumo al mecenas que me ayudo desinteresadamente para tener un año más de esta -ya no tan nueva- vida.

21 noviembre 2010

Oficios fatuos

Hablamos de mi poco envidiable capacidad para construir escenarios. Lentamente las horas se esfuman y las vidas de todos han cambiado miles de veces. Luego, la normalidad se encarga furiosa de despedazar instante tras instante las existencias alternas que he construído para otros... Tras unos breves segundos sólo quedan sombras y en el vacío las preguntas que nunca serán resueltas.