31 octubre 2010

Dos ruedas

Días en los que se recuerdan y añoran los lentos paseos en bicicleta. Días que se escapan y van dejando un extraño aroma entre canela y menta. Esos días que ya no compartimos, los que me pertenecen, los de mi memoria.

Esta es sólo una manera de empezar, de compartir  y de rememorar. Acá se irán guardando recuerdos, sonidos y palabras... este será un espacio tan suyo, como mío. El espacio de aquellos días que se han ido consumiendo como el té de mi samovar.



2 comentarios:

  1. Los días, ¿pueden pertenecernos? Si solo nos pertenecen cuando los recordamos, entonces no nos han pertenecido nunca. Hay algo de naturaleza cómica en la forma en que nos relacionamos con los "días". Philip Larkin lo expresó de forma adecuada:

    Days

    What are days for?
    Days are where we live.
    They come, they wake us
    Time and time over
    They are to be happy in:
    Where can we live but days?
    Ah, solving that question
    Brings the priest and the doctor
    In their long coats
    Running over the fields.

    Si los días son donde vivimos, donde somos felices, si nos preguntamos por su sentido, si queremos saber qué otros lugares hay para ser felices o para vivir... La respuesta a esas preguntas es una reflexión sobre la muerte. No hay otro lugar, solo hay días, un cambio de domicilio reúne al médico con el sacerdote. Es la muerte. Pero es una muerte muy próxima al espantapájaros. Es algo que nos mueve a risa. No nos preocupa tanto. Pero si son tan importantes esos días del pasado, lo son porque deben anunciar los días futuros. A menos que uno quiera vivir su vida como historiador de sí mismo, entonces uno debe aspirar cuanto antes a la muerte: la historia solo es perfecta cuando es irrevocable y no puede modificarse, cuando solo puede interpretarse. Hay días tan...

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    1. ¿Los recuerdos, aunque cada uno construya y guarde recuerdos diferentes, no nos pertenecen? ¿De quién son, entonces? Además, los días no son solo aquellos en los que vivimos felices. Afortunado el señor Larkin que, al parecer, solo concibe días felices y el final, la muerte.Y quiero decirle que yo también tengo otros días, los días con los que sueño, los que imagino, los que espero que conformen mi futuro. Los días, los de cada uno, son los que han hecho de cada persona lo que es. Ni más ni menos. Sin fatalidades ni idealizaciones. Y hay días que son tan...

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