Días en los que se recuerdan y añoran los lentos paseos en bicicleta. Días que se escapan y van dejando un extraño aroma entre canela y menta. Esos días que ya no compartimos, los que me pertenecen, los de mi memoria.
Esta es sólo una manera de empezar, de compartir y de rememorar. Acá se irán guardando recuerdos, sonidos y palabras... este será un espacio tan suyo, como mío. El espacio de aquellos días que se han ido consumiendo como el té de mi samovar.